Al igual que cualquier persona que esté contemplando un cuadro, a mí me gusta la pintura que me haga sentir emociones. En mi época paisajística, intentaba sentirme como si estubiera en esos lugares, sentir la tranquilidad de las personas de esos pueblos, su luz, colores, aromas, etc.
Últimamente me he sentido más atraído por las emociones que me transmite la figura humana, sobre todo su rostro. He utilizado para estos últimos cuadros, un formato grande, de esta manera quiero transmitir la idea de grandeza del ser humano. Por otro lado intento plasmar una expresión serena pero a la vez llena de energía y una mirada viva que establezca un vínculo con el espectador.
¿Quién observa a quién? Cuando el tiempo se detiene, hay espacio para ambos. |